Tal vez el Cabrales sea uno de los más famosos queso asturianos. En parte por las leyendas que le rodean y en. mayor parte aún, por lo delicioso que resulta. En cualquier caso, el Cabrales es un queso que no deja indiferente repartiéndose en partes iguales la gente que lo adora y la que lo detesta por su intensidad.
El queso de Cabrales dispone de Denominación de Origen Protegida para evitar imitadores, limitándose su área al concejo de Cabrales y tres pueblos limítrofes. Se elabora con leche cruda de vaca, pudiendo tener cierta proporción de oveja y cabra en ocasiones. Se utiliza la leche de dos ordeños (mañana y noche) para darle un mayor componente graso. El proceso de maduración se realiza en cuevas de caliza que le aportan al hongo penicillium la humedad suficiente para su proliferación. De ahí proviene, precisamente, su tono azulado y su intenso sabor.
Este queso no tiene corteza, aunque se comercializa cubierto de papel de aluminio, y su pasta es blanda y muy granulosa de tono verde azulado. El último domingo de agosto se celebra el Certamen del Queso en Arena de Cabrales donde todos los productores ofrecen el resultado de su trabajo para su degustación y compra.
Este queso puede disfrutarse solo, si bien hay que dejarlo para el final de la comida porque si no anulará a las otras viandas, pero también es la base de elaboración de salsas y platos con personalidad. Ineludiblemente hay que acompañar este queso de sidra o, en su defecto, de un bien cava Brut Nature que no desmerecerá el maridaje, incluso nos atreveríamos a recomendar un Rosé que aporte complejidad de aromas y sabores a la experiencia.
MAGNIFICO