Como su nombre indica este vino hace referencia al cinco por doble razón. Se trata de un coupage (mezcla de variedades de uva) de cinco uvas: Tempranillo, Graciano, Syrah, Merlot y Petit Verdot; y permanece cinco meses en barrica. Aunque resulte cursi decirlo, en este caso es totalmente cierto, este vino es una sinfonía de aromas y sabores. La integración de sus cinco variedades no puede ser más exitosa. Nos ofrece una nariz compleja en la que destacan las notas a fruta madura, a compota de fresa o cerezas en licor. Los matices lácticos y balsámicos no pasan desapercibidos. La complejidad y riqueza de su nariz da para mucho más.
Su boca es golosa y frutal con un postgusto largo, agradable, en la que destacan las notas de frutas en licor.
En este caso es totalmente cierto el dicho publicitario de “si lo pruebas, repites”. No hay que perderse la oportunidad de disfrutar de él.
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