El Saint Marcelin es un queso procedente del Delfinado. Su nombre procede de la comuna de Saint-Marcellin en el departamento de Isère, aunque hoy también se produce en Drôme y Saboya.
Con el Saint Marcelin estamos ante un pequeño queso de un gran sabor, cuyo pasado se remonta al siglo XV. Es cierto que en su origen se elaboraba con leche de cabra, pero esta fue sustituida por la de vaca a partir de 1730, por los cambios en la legislación forestal francesa. en este pequeño queso sorprende la finura de su sabor y su textura. Es un queso delicado en el que se puede apreciar la calidad de la leche y los matices de aroma de su origen. Cuando está en su punto puede llegar a ser casi líquido. Su elaboración es interesante. Después de obtener la cuajada, dejan que esta repose en una bodega atemperada; posteriormente se traspasa a unos recipientes más pequeños en los que, a través de unos agujeros, drenan el queso y evaporan el suero.
Como ya hemos indicado, estos quesos se caracterizan por su pequeño tamaño (en torno a los 80 gramos), de pasta blanda y fresca, sin amasar ni apretar, y ligeramente salada. Su corteza es comestible.
Delicioso para tomar en canapé, tanto para desayuno como para acompañar a un vino tinto ligero como, por ejemplo, un Luberri riojano.
Finísimo