Fernando Remirez de Ganuza tiene la virtud de ofrecer, con cada uno de sus vinos, una obra de arte. En este caso el resultado no desmerece a la fama adquirida por la bodega con su Remirez de Ganuza. Con Fincas de Ganuza vuelve a interpretar la selección y la crianza a partir de viñas maduras, en este caso, con edad entre 25 y 40 años. De sus racimos selecciona los hombros (como en el caso de su hermano mayor) y somete la fermentación a un control de temperatura en cámaras diseñadas especialmente para este fin. Posteriormente se pasa durante 24 meses a barricas nuevas de roble francés (75%) y americano (25%) que le aportan todo su potencial.
Un vino redondo, elegante y complejo ideal para disfrutarlo solo o acompañando platos de cuchara de los de antes, carnes rojas, caza o pescados grasos.

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