Queso azul de hojas asturiano elaborado con leche de vaca pasteurizado. Originalmente, el queso azul de hojas estaba envuelto en hojas de plátano de indias para realizar la curación. Hoy día, por cuestiones de sanidad, el envoltorio sólo imita las hojas. El proceso de maduración es muy similar al de el Cabrales o la Peral, en cuevas de roca caliza en Picos de Europa. En ellas, al mantenerse un elevado índice de humedad, prolifera el hongo penicillium que le da su particular carácter.
Este queso casi no tiene corteza y ofrece una pasta blanda y untuosa, menos picante que la del Cabrales, de un penetrante olor. Esta pasta es más o menos amarillenta dependiendo del grado de curación y la cantidad de leche de vaca utilizada ya que, en ocasiones, se mezcla con una porción de leche de oveja. Aunque menos famoso que sus primos azules, este azul de hojas representa con dignidad la tierra de la que procede. Su método de elaboración no difiere de aquellos, ni tampoco la calidad del resultado final. Estamos, sin duda, ante un queso azul de cremosidad e intensidad muy equilibrados que ofrece diversidad de posibilidades para su aprovechamiento gastronómico.
Es un queso muy recomendable para consumir con tostadas de pan o para elaborar salsas. Imprescindible acompañarlo de un tinto con cuerpo y personalidad como, por ejemplo, un Manzanilla.
Es el mejor queso azul de este tipo que he probado